Practicando el arte del "bienestar" del masaje durante diez años, me aplico para transmitir esta pasión durante mis servicios.
Siempre pensé que un buen masajista no solo debería limitarse a varias formaciones que ahora he adquirido, ciertamente todas más completas y salvándose unas a otras; pero esa excelencia solo podría hacerse posible si mi técnica se fusionara, despertara, trascendiera el sentimiento perfectamente con la persona que estaba siendo masajeada. El masaje es un regalo, al igual que el músico con su instrumento o el pintor con su pincel: Mis manos, mis gestos, mi energía, mi comprensión están al servicio de un arte que, en un momento determinado, debe alcanzarme y permitir. Así que los masajeados hacen más de uno con el masajista.
¿Alguna vez ha sentido durante un masaje "incierto" la fiebre, la ansiedad, la indisponibilidad, incluso el malestar del masajista? Sin vocación, motivación, generosidad, y diría precisamente sin este "don de sí mismo", no puede haber sinergia, emulación, abandono y, finalmente, resultado.
Antes de que pueda tener acceso al "soltarse" que propongo, para esta apertura en una completa relajación y serenidad, le pediré que me dé unos minutos para una entrevista oral que me permita ser lo más adecuado posible con su solicitud y su perfil, para que pueda estar de acuerdo con sus expectativas reales y liberarlo con más relevancia y significado.
Entonces te invito a bajar a la sala de masajes.
Por experiencia, sé que muchos neófitos que quieren conocer la magia del masaje tienen miedo de desvestirse. Sepa que nunca necesitaré desnudos y que respetaré con infinitas precauciones su modestia, tanto en la práctica como cuando cambie en un espacio íntimo provisto para este fin (se dispone de Tanga y Tanga desechables). provisión). En las mismas condiciones, puede darse una ducha antes de la sesión.
Finalmente, en particular, quiero tranquilizarlo con respecto a su físico, medidas, rigidez, porque no haré ninguna distinción o discriminación. La esencia de mi experiencia tiene el único propósito de restaurar sus habilidades.
Luego de este momento de pura relajación y exaltación, iremos al pequeño salón para suspender esta experiencia única en la exhalación de un té ofrecido y agradecido.
Agradeciéndole su confianza, gracias a la cual finalmente puedo devolverle toda mi amabilidad.
Frank